Masculinidad es cualquier tipo de vivencia que puedan tener los varones, a nivel familiar, en el tratamiento a su pareja, en la crianza de sus hijos; y machismo es un término que describe conductas de abuso y dominación a las mujeres e hijos.
La historia nos enseña que desde siempre al género femenino se le oprimió, se le adjudicaron las tareas domésticas, se le negó la educación y el acceso a la cultura, se le adjudico la responsabilidad de la educación y crianza de los niños, y aun hoy en día, al decir hombre se le posiciona en la definición que engloba a toda la humanidad.
Pero ya se ha demostrado que las mujeres tienen las mismas capacidades que los hombres, sin embargo aun existen personas que consideran todo lo contrario.
El machismo es una versión rígida y estereotipada de la masculinidad y un factor de riesgo para la violencia, pero para ser masculino no es necesario mostrar que no se le tiene miedo a nada, que se es capaz de realizar cualquier actividad, que hay que acostarse con cualquier mujer sin importar si nos gusta o no, que no se deben mostrar los sentimientos aunque tengamos la necesidad de compartirlos, que se es intolerante y dominante; todo esto no es necesario, y tampoco es deseable a la hora de crear una sociedad más justa.
Ejemplo de actitudes machistas:
® Limitar o estorbar el acceso de la mujer a la educación.
® A un trabajo con un cargo superior.
® Intentar que la mujer exprese lo que piense o sienta.
® Vista o se comporte como el varón.
® Considerar a la mujer como objeto sexual para uso y gusto del varón.
EN LA FAMILIA
El problema del machismo es de relaciones de poder, el hombre es el que adquiere el poder económico en la familia, por lo tanto es el que toma las decisiones en la familia. Y esto lo podemos reflejar en la vida diaria con pequeñas frases que reflejan ese poder, por ejemplo, si un hijo pide permiso para algo todo es con el papá, o a la hora de cocinar, de limpiar y entre otros labores del hogar.
EN EL NOVIAZGO
El machismo puede ser promovido por madres que se lo transmiten a sus hijas, en una situación en donde el novio le insulta, le ha llagado a pegar, o simplemente se enoja con frases como: '¡Ay, hija, aguántate! Igual y al rato se le pasa, estaba enojado, estaba borracho... bueno, pero... ¡es qué no lo provoques!' Como si fuera la responsabilidad o la culpa de la chava y esta puede ser una repetición de situaciones de violencia en el hogar.
También puede existir machismo en el noviazgo cuando la pareja menosprecia algún logro que ha tenido la mujer. O el uso del lenguaje con expresiones machistas.
EN EL TRABAJO
Viene con cierta discriminación a la mujer hacia la incorporación de ella en un mercado laboral. Las ofertas de trabajo en algunas ocasiones se observa que solicitan hombres y no a las mujeres, y no por la fuerza de trabajo empleada, ya que este ha sido un pretexto para la contratación a las mujeres. Aun se cree que los hombres llegan a ser más eficaces para las labores. También se refleja en los cargos que se asignan e inclusive en el salario.
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