Adicción


La adicción se inicia con una conducta agradable y placentera que termina siendo adictiva, pues abandonarla produce un malestar. El adicto sufre una gran dependencia psicológica hacia esa conducta, llegando a padecer un comportamiento compulsivo y perdiendo así el interés por otras actividades que anteriormente habían sido gratificantes. Viven para y entorno a la conducta adictiva.

El principal problema es la relación que se crea entre la persona y la conducta adictiva. La persona, con el fin de paliar el malestar que le produce abandonar o no realizar la conducta adictiva, puede llegar a delinquir e incluso a entrar en un círculo vicioso en el que llega a perderlo todo, su familia, sus amigos hasta su propio yo.

Las personas adictas suelen presentar patrones comunes de comportamiento:

- Se convierten en obsesivos, mostrando gran nerviosismo y ansiedad, ya que lo único que les tranquiliza es la realización de la conducta adictiva.

- Dejan su vida cotidiana para satisfacer la adicción, incluso descuidan sus problemas personales.

- Suelen estar irritables si no realizan la conducta.

- No son conscientes de su problema.

- Padecen un gran sentimiento de culpa posterior a la realización de la conducta adictiva.

- Suelen tender a la mentira y al engaño para ocultar su adicción.

- En casos graves, y naturalmente dependiendo de las adicciones, suelen aparecer síntomas como falta de apetito, delgadez excesiva, falta de higiene personal, grandes deudas económicas, aislamiento, depresión e incluso en casos extremos el suicidio.

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